n la City no se dejó de hablar en la previa de un sólo tema: cuál sería la estrategia de Federico Sturzenegger en el manejo de la tasa de interés de referencia de la economía.
En especial, luego de que se viera obligado a «recalibrar» las metas de inflación y subirlas al 15% anual para 2018, tras sostenerlas fervientemente durante varios meses, con proyecciones cercanas al 10%.
Finalmente, este martes se develó la pregunta que se hacía todo el mercado: en la reunión de política monetaria, el Banco Central avanzó con un ajuste a la baja de la tasa, dando a entender que el «aterrizaje«, por el momento, será suave.
Es que apenas recortó 75 puntos básicos y la llevó al 28% anual.
Cabe recordar que desde el 7 de noviembre pasado se mantenía de forma inamovible en el 28,75% anual. Entre los inversores y bancos crecía el el interrogante sobre la «fuerza» con la que el BCRA iba a disminuirla estasemana.
Por lo demostrado, pesó el hecho de que el Gobierno decidió unificar criterios. Se confirma así que el objetivo es comenzar a reducir la elevadatasa de interés en relación con la marcha de otros indicadores centrales, como son la inflación y el tipo de cambio.
De hecho, en la previa a esta determinación, en la plaza secundaria de las Lebac, para el más corto plazo se estaban operando Letras en pesos a una rentabilidad de 27% anual, es decir, unos 175 puntos básicos menos que los de política monetaria.
El mismo Banco Central afirmó este martes, en su comunicado oficial, que será «cauteloso en la adecuación de la política monetaria al nuevo sendero de desinflación».
Y justificó que si, naturalmente, «se busca una menor velocidad de desinflación que la planeada originalmente, corresponde un sendero menos contractivo que el que antes se preveía».
«Pero esa moderación en el sesgo contractivo sólo podrá sostenerse en el tiempo en la medida en que la evolución de la desinflación sea compatiblecon la trayectoriabuscada«, agrega el texto emitido por la entidad que conduce Sturzenegger.
Respecto del futuro del tipo de cambio en el corto plazo, hay un consenso generalizado entre expertos que señalan que se espera algo más de estabilidad.
«El anuncio de recorte de tasas es mas moderado que lo que había anticipado el mercado. Da la sensación que debería ceder algo el dolar mañana«, apuntó el economista Martín Tetaz.
En tanto, Hugo Scopetani, director de Sudamericana de Finanzas Sociedad de Bolsa, consideró que «la decisión del Comité de Política Monetaria del BCRA de corregir sólo 75 puntos básicos la tasa, en lugar de lo esperado por el consenso del mercado, logrará estabilizar el valor de dólar«.
«De haberse producido un recorte mayor -y considerando que el BCRAdeberá enfrentar la semana próxima vencimientos de Lebac por $400.000 millones, lo hubiera puesto frente al riesgo de enfrentar graves problemaspara renovar esa deuda, lo que hubiera resultado en un disparadorinmediato de una mayor presión sobre el billete verde», consideró.
«De esta forma, logró descomprimir esa expectativa«, recalcó el experto.
Nery Persichini, economista jefe de MB Inversiones, afirmó que «el descenso de la tasa de interés dispuesto por el BCRA es inferior a lo que esperaba el mercado» y que «parte de esta baja inferior a la estimada la empezó hoy a incorporar el dólar con el descenso que tuvo sobre el final».
En paralelo, desde Ecolatina plantearon que «el estreno del gradualismo del Central -aplicado ahora a la reducción de tasas– liberará algo de presión al alza a la que estuvo sometida el tipo de cambio las últimas semanas».
Este martes, por lo pronto, el billete verde cayó y así cortó cuatro jornadas seguidas de fuertes alzas.
El billete verde minorista retrocedió cinco centavos a $19,29 promedio en bancos y agencias de la City porteña, de acuerdo al relevamiento que habitualmente elabora el Banco Central en el microcentro porteño.
Cabe recordar que desde el 2 enero hasta el lunes, el billete trepó 60 centavos, por lo que era esperado que recorte posiciones de un momento a otro.
Por lo pronto, Persichini estimó «que el tipo de cambio va a bajar nuevamente este miércoles, para luego estabilizarse».
En este sentido, hay voces que señalan que el billeteverde podría descender algunos centavos pero no más allá de los $18,50.
Así se expresó Pablo Castagna, director de Portfolio Personal, quien ve a la divisa estadounidense «bajando, y ubicándose más cerca de un piso, no inmediato pero sí para las próximas semanas, en torno a $18,50″.
Sin embargo, advirtió que «aunque vaya a caer en los próximos días, la volatilidad se mantendrá» en el corto plazo.
Una visión similar plantearon desde la consultora ACM, dirigida por Javier Alvaredo: consideraron que con esta baja de tasas, el dólar tenderá a bajar, moderando las subas de las últimas semanas».
Pero advirtieron que esto no implica que no haya volatilidad: «Resulta claro que este nivel del tipo de cambio no es suficiente para mejorar la sostenibilidad de las cuentas externas, por lo cual, al no resolverse este problema, se extenderá la incertidumbre».
Dudas con la inflación
En la vereda de enfrente, hay analistas que no ven con buenos ojos el movimiento del Central.
Para el economista Federico Furiase, director de Eco-Go, «la decisión de tasa pone al BCRA entre ‘la espada y la pared’: difícil justificar una baja de la tasa con expectativas de inflación subiendo por arriba de la meta, con el dólar recalentado y la suba de tarifas en la previa de paritarias, pero la presión está».
En tanto, Matías Carugati, economista jefe de Management & Fit, consideró que fue una jugada más que nada política por parte de Sturzenegger, con la que «está tratando de mostrar que él maneja el instrumento (tasa) y minimizar daños ocasionado por cambio de meta de inflación».
Sin embargo, Carugati advirtió que el nivel de precios sigue siendo el talón de Aquiles: «Aún cuando la baja de tasa fue `simbólica`, el Banco Central no va a poder evitar la suba en las expectativas de inflación. Y encima arrancan las paritarias».
En paralelo, Mercedes Marcó del Pont, ex presidenta del BCRA durante el kirchnerismo, se había adelantado a la medida al afirmar que la autoridad monetaria «perdió la capacidad soberana para definir el tipo de cambio y la tasa», en un contexto en el que el mercado «le marca la cancha permanentemente».
En tanto, Jorge Vasconcelos, economista del IERAL de la Fundación Mediterránea, sostuvo que el cambio de las metas de inflación anunciado, que implica relajar el objetivo de 10% a 15% anual para 2018, es un nuevo episodio de «prueba y error» de un «Gobierno que recibió una pesadaherencia, pero que también mostró falencias por asumir con un plan incompleto y sin el suficiente ensamblaje».
A ello lo justifica en los frecuentes recambios ministeriales que forman parte de este cuadro, y también por el replanteo de las metas fiscales.
«Obviamente, estos vaivenes afectan la credibilidad, pero sin alcanzar a opacar los avances de gobernabilidad del último período, con el Pacto Fiscal como hito«, diceVasconcelos.