En Argentina, además del dólar, existen otras alternativas orientadas a invertir en bonos y acciones que, por cierto, ofrecen muy buenos márgenes de ganancia, en la medida en que el horizonte de inversión sea de mediano o largo plazo.
De hecho, el billete verde -si bien es visto como una inversión segura- no ha sido lo que más ha subido a lo largo de este año. Muchos otros activos le han sacado varios cuerpos de ventaja.
De hecho, entre enero y octubre la cotización de Petrolera Pampa trepó más de un 700%.
Y no es la única que escaló fuerte: en dicho lapso, Transener lo hizo un 300%, y Edenor un 220%.
Si se considera enero-septiembre, las ganancias registradas venían siendo incluso muy superiores. Pero ese rally ascendente se detuvo a principios de octubre, precisamente por la presión oficial para desactivar el contado con liquidación. No obstante, varios de estos papeles mantienen resultados dignos de destacar (ver cuadro).
Por el lado de los bonos, los mayores avances corresponden a las dos series de bonos Par con legislación de Nueva York y el Discount, con subas de entre el 51% y el 85%.
Comprar, olvidarse y esperar
En un año tendrá lugar la primera vuelta por las elecciones presidenciales y es altamente probable que el conflicto con los fondos buitre se haya superado.
Bajo esta última hipótesis, los analistas de la city tienen identificados los papeles que tienen potencial y pueden mostrar una buena performance hasta los comicios.
«Lo mejor que puede hacer un ahorrista es aprovechar este momento de incertidumbre para comprar algunos activos, sabiendo que tarde o temprano el problema de los holdout se solucionará», afirma el analista Agustín Cramo.
Hace esta recomendación no sin antes advertir que en los próximos meses, el país transitará por períodos de alta volatilidad, por lo cual aconseja «comprar, olvidarse por largo tiempo y no estar vulnerables al día a día de las noticias».
«Hay que mirar el largo plazo y no el corto», sugiere.
Y esta recomendación encuentra su correlato en la práctica: la bolsa porteña cayó cerca de un 17% en octubre, pero ha dado ganancias superiores al 90% en el año.
Tal como diera cuenta a este medio, Carlos Olivieri, asesor financiero de varias compañías cotizantes en la bolsa, identifica a YPF como «la compañía con mayor potencial porque puede tener el upside más importante de todos».
Justifica sus afirmaciones en que «la valuación de u$s12.000 millones que tiene hoy la petrolera puede duplicarse tranquilamente, si se tiene en cuenta lo que valen firmas como Occidental, Anadarko Petroleum y EOG».
Claro que para que ello ocurra, será clave que pueda lograr todo el financiamiento que necesita para aprovechar al máximo el potencial de Vaca Muerta y, en este sentido, un futuro acuerdo con los buitres facilitaría la llegada de inversiones.
Consultada Betsy Szewach, analista de Proficio Investment, señala que diversificaría su cartera invirtiendo un 60% en bonos y el resto en acciones.
«Por el lado de los primeros, incluiría al Boden 2015, por la sencilla razón de que es como comprar dólares con plazo de entrega a un año. A este título le sumaría el Bonar 2017 y el 2024″, indica.
Szewach también incluiría al Discount en dólares pero, en este caso, con la intención de obtener un buen rendimiento en esa moneda a más largo plazo.
Los bonos argentinos, además de verse beneficiados por un acuerdo con los holdout, presentan un atractivo adicional: la elevada tasa de retorno que ofrecen en comparación con sus similares de la región (ver cuadro).
Tal como se observa:
- Boden 2015: muestra un rendimiento del 19 por ciento
- Bonar X y el Global: vencen dos años más tarde, en 2017, y ofrecen 15%
- Papeles similares de países vecinos que concluyen en 2015 pagan como máximo el 1,7%
- Aquellos que se cancelan varios años después trepan apenas unos puntos.
En el terreno de las acciones y con horizonte a un año, Szewach afirma: «Elegiría las de empresas como YPF, Galicia, Telecom y Siderar, para así lograr una buena diversificación y capturar la ganancia de una economía que podría volver a crecer en 2016-2017″.
Sus preferencias por la petrolera se sustentan en que «el Gobierno le van a seguir validando aumentos en los precios de los combustibles, tal como lo ha venido haciendo hasta ahora, por lo que su flujo de ingresos irá acompañando la mayor demanda y la inflación».
Por otro lado, la ejecutiva señala que hay varias empresas interesadas en lograr acuerdos con la estatal.
«Es de esperar que se vayan concretando en un marco político y económico más favorable que el actual, lo que le facilitará a YPF avanzar con los proyectos que tiene en carpeta», argumenta.
Jackie Maubré, directora de Cohen sociedad de Bolsa, también elige a la petrolera y en renta fija opta por aquellos bonos de mayor duración, como los Discount y los Par, que vencen en 2033.
Afirma que su atractivo radica en que «son los más sensibles a los cambios de la economía argentina, por lo que es probable que reflejen en mayores ganancias el cambio de expectativas políticas y económicas. En cambio, para el corto plazo, el escenario se presenta más incierto».
Así como muestra su preferencia por YPF, deja algunas dudas con las acciones de bancos.
«No está muy claro la evolución del sector, por las medidas que el Gobierno está tomando en cuanto a tope de tasas y otras con las que podría avanzar a futuro, que les restan margen de ganancia, si bien están baratos en comparación con otros de la región», apunta.
Cramo aporta un dato que los inversores tienen presente: «El Boden 2015 vence unos días antes de que el Gobierno termine este mandato, por lo que sería raro pensar en que no lo pague«.
La mayoría de los operadores de la city coinciden en que una gran mayoría de papeles argentinos están muy baratos en comparación con otros activos de la región.
A modo de ejemplo, si se considera la capitalización bursátil de YPF (cantidad de acciones multiplicadas por su precio), la misma es apenas el 17% del valor de mercado de Petrobras.
Por el lado de los bancos, si se suman todos los que cotizan en el circuito local y se los compara con Bradesco, Do Brasil o Itaú Unibanco, apenas equivalen al 7,5% de alguno de ellos.
Esto lleva a decir a varios analistas que, pese a las regulaciones de las que da cuenta Maubré, los papeles de las entidades financieras tienen un gran potencial, ya que es un sector que suele ser el primero en reflejar una mejora de la actividad y en captar capitales.
A ello se suma el hecho de que no necesitan realizar grandes inversiones en infraestructura, por lo que lo reflejarán rápidamente en sus balances un cambio positivo de contexto.
En su cartera ideal, Cramo también incluye a empresas cuyas ventas dependen del mercado exportador o las ligadas al comercio exterior que capten dólares, en particular siderúrgicas y alimenticias.
Fuente: www.iprofesional.com